La Fiscalía General de la Nación avanza en un proceso judicial contra el expresidente de la Nueva EPS, José Fernando Cardona, y otros tres exdirectivos por un presunto desfalco que podría superar los 5 billones de pesos. La acusación se centra en una estrategia deliberada para ocultar facturas y maquillar los estados financieros de la entidad entre 2019 y 2023. Según el expediente de la Fiscalía, al que tuvo acceso la revista Cambio, la cúpula directiva, encabezada por Cardona, habría implementado una política de no procesar la totalidad de la facturación de clínicas y hospitales para reportar utilidades ficticias en lugar de las pérdidas reales. Esta maniobra habría permitido a la Nueva EPS mantener su habilitación ante la Superintendencia de Salud y seguir recibiendo billonarios recursos de la ADRES.
Los delitos imputados son peculado por apropiación, fraude procesal y falsedad en documento privado.
La Contraloría, por su parte, informó que, con corte a junio de 2025, la EPS tiene anticipos pendientes de legalizar por $15,3 billones. Aunque la defensa de Cardona sostiene que “ni un solo peso salió de la Nueva EPS para enriquecer a terceros”, la Fiscalía argumenta que los fondos de las utilidades ficticias, estimados en más de 70.563 millones de pesos, se usaron para cubrir pasivos y pérdidas de años anteriores, configurando el delito de peculado. Testimonios de exfuncionarios y documentos internos, como correos y tableros de control, respaldan la tesis de que se establecían topes mensuales de facturación para mantener la deuda oculta.
En resumenExdirectivos de la Nueva EPS, incluyendo su expresidente José Fernando Cardona, enfrentan un juicio por un presunto fraude de 5 billones de pesos, acusados de ocultar facturas para simular utilidades y evitar la intervención estatal. La Fiscalía sostiene que fue un esquema deliberado para desviar recursos, mientras la defensa alega que el dinero se usó para cubrir deudas internas, en un caso que expone graves fallas en la gestión de la salud pública.