Días después, su cuerpo fue hallado desmembrado y calcinado en una zona rural.

Durante la desaparición, Juan Carlos publicó emotivos mensajes en redes sociales pidiendo ayuda para encontrarlo, lo que contrasta con su actual situación judicial.

La Fiscalía lo capturó el 18 de septiembre, señalándolo como presunto determinador de los delitos de desaparición forzada y homicidio agravado. Según el ente acusador y la hija de la víctima, Alejandra Uribe, existen pruebas contundentes como chats, llamadas y testimonios que lo vincularían con los autores materiales. Sin embargo, en la audiencia de medida de aseguramiento, la juez 16 penal municipal consideró que no había pruebas suficientes para justificar su detención preventiva y lo dejó en libertad, aunque sigue vinculado al proceso. La Fiscalía apeló la decisión, buscando que sea revocada en segunda instancia.

El caso ha generado conmoción por el presunto fratricidio y las complejidades del proceso judicial.