González, considerado una figura cercana al presidente Gustavo Petro, es señalado por testigos como Olmedo López y Sneyder Pinilla de ser el presunto cerebro del entramado de corrupción. La Fiscalía le imputó los delitos de cohecho, peculado por apropiación y lavado de activos, acusándolo de haber ordenado la entrega de sobornos millonarios a los entonces presidentes del Congreso, Iván Name y Andrés Calle, para asegurar el apoyo a las reformas del Gobierno. Según la investigación, González instruyó a Olmedo López para entregar $3.000 millones a Name y $1.000 millones a Calle, recursos que provendrían de la contratación irregular de carrotanques en La Guajira. González salió de Colombia en noviembre de 2024 y, según investigaciones periodísticas, obtuvo residencia en Nicaragua con ayuda de funcionarios diplomáticos, lo que le otorga un