El caso da un giro inesperado a una denuncia que el propio senador interpuso en 2023 contra el entonces presidente del Senado, Roy Barreras, por supuesta corrupción. La investigación contra Hernández se originó después de que varios de los testigos que él mismo presentó para sustentar su denuncia contra Barreras declararan ante la Corte que el senador los habría presionado indebidamente. Los testigos, entre ellos Jhon Jairo Uribe Muñoz y los hermanos Kilian y Catherine Torres Rojas, afirmaron que Hernández les ofreció beneficios, como mantener sus salarios sin trabajar o gestionar un asilo en el exterior, a cambio de que testificaran en contra de Barreras.
Según sus declaraciones, el senador buscaba orquestar un “show mediático” y un montaje para desacreditar a su rival político.
El magistrado instructor, Marco Antonio Rueda Farfán, calificó las afirmaciones como de “suma gravedad” y ordenó compulsar copias para iniciar una indagación formal contra Hernández por los posibles delitos de soborno en actuación penal, hostigamiento y calumnia. Por su parte, Jota Pe Hernández ha negado las acusaciones, asegurando que se trata de un “ataque jurídico” de Roy Barreras y que demostrará su inocencia por tercera vez ante la Corte.