En el atentado también resultó herida una mujer que formaba parte de su equipo de trabajo. La principal hipótesis de las autoridades, tanto de la Alcaldía de Pradera como de la Gobernación del Valle, apunta a una retaliación por parte de la banda criminal ‘Los Moros’. Esta teoría se sustenta en que el funcionario lideraba operativos contra el microtráfico en el municipio, habiendo realizado recientemente cerca de 22 allanamientos a expendios de droga. El alcalde Francisco Javier Guzmán, aunque no descartó otras posibilidades, señaló que la participación de disidencias de las FARC parece improbable, ya que operan lejos del casco urbano. Como respuesta al crimen, la gobernadora Dilian Francisca Toro convocó un consejo de seguridad extraordinario y anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los autores materiales e intelectuales.

La Defensoría del Pueblo también condenó el hecho, pidiendo “una respuesta institucional inmediata, coordinada y efectiva”.