El saldo final fue de doce policías muertos y cuatro heridos. Las autoridades responsabilizaron al Frente 36 de las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), que opera bajo el mando de alias ‘Calarcá’. El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, identificó como presuntos responsables directos a alias ‘Guaricho’, ‘Barbas’ y ‘Guillermino’, y anunció una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información sobre ellos.

La oficina de la ONU en Colombia condenó el hecho y expresó sus condolencias a las familias. Este suceso, junto con el atentado en Cali, intensificó las críticas sobre la efectividad de la política de “paz total” y llevó a diversos sectores a exigir acciones contundentes contra los grupos armados.