Inmediatamente después, la mujer intentó quitarse la vida, infligiéndose varias lesiones.
La menor fue trasladada de urgencia al SES Hospital Universitario de Caldas, pero a pesar de los esfuerzos médicos, que incluyeron una toracotomía de emergencia, falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio secundario a un shock hipovolémico.
La madre fue atendida y puesta bajo custodia policial.
En una confesión inicial al personal médico, Torres habría admitido su responsabilidad, declarando: "Ella no tenía la culpa. Tenía muchas cosas en la cabeza, me enceguecí, me llené de rabia". Sin embargo, durante la audiencia de imputación de cargos por homicidio agravado, se declaró inocente.
Su defensa anunció que buscará la inimputabilidad, argumentando que no era consciente de sus actos. Versiones extraoficiales sugieren que una posible ruptura sentimental con el padre de la niña pudo ser un detonante. La familia paterna, por su parte, expresó que ya había alertado sobre las conductas de la joven madre. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) condenó el crimen e insistió en la necesidad de prevenir la violencia intrafamiliar.