Durante los 90 minutos reglamentarios, no pudo evitar los dos goles de cabeza de Michael Hoyos que llevaron la serie a la definición desde los doce pasos. Ya en la tanda de penales, la presión recayó sobre él en el último cobro de su equipo. Con la serie empatada, el arquero tomó la responsabilidad de ejecutar el quinto penal, pero su remate fue atajado por el portero rival. Inmediatamente después, no pudo detener el cobro de Loor, lo que selló la victoria 5-4 para los ecuatorianos. La decisión de que Aguirre cobrara fue respaldada por el técnico Hernán Darío Herrera, quien afirmó tenerle confianza, pero el resultado fue adverso. Tras el partido, la afición y la prensa no tardaron en señalarlo como uno de los principales responsables de la derrota. En redes sociales, los hinchas lo calificaron como “el peor del equipo” y criticaron duramente su ejecución. El propio Aguirre confesó su desilusión, convirtiéndose en el símbolo de una eliminación que pasó de la ilusión al fracaso en cuestión de minutos.