Esta percepción fue respaldada por un directivo del club ecuatoriano, Andy Larriva, quien afirmó que en Once Caldas “se sentían ganadores, seguro tenían una fiesta preparada”.

La prensa ecuatoriana también se hizo eco de la situación, con titulares que destacaban la “revancha con baile” y calificaban los festejos anticipados como una falta de seriedad. Este episodio dejó una lección sobre la importancia de la humildad y la concentración en instancias definitivas.