La eliminación de Once Caldas estuvo marcada por una controversia sobre el exceso de confianza del equipo colombiano, cuyas celebraciones previas al partido de vuelta fueron utilizadas como motivación por su rival, Independiente del Valle. Imágenes de los jugadores, liderados por Dayro Moreno, festejando sobre el techo del autobús en su llegada al estadio se viralizaron y generaron críticas. El ambiente en Manizales era de fiesta antes del pitazo inicial. La ventaja de 2-0 obtenida en Ecuador generó un clima de triunfalismo que, según los protagonistas del equipo ecuatoriano, jugó en contra del conjunto local. El técnico de Independiente del Valle, Javier Rabanal, reveló tras el partido que las imágenes de los jugadores colombianos celebrando les sirvieron de estímulo. “Me contaron cómo vivieron los jugadores colombianos en el bus y a mí personalmente no me gusta celebrar antes que las cosas se consigan”, declaró Rabanal, añadiendo: “Sé que ellos venían celebrando y al final nosotros hemos estado más serios y nos lo hemos llevado”.
Esta percepción fue respaldada por un directivo del club ecuatoriano, Andy Larriva, quien afirmó que en Once Caldas “se sentían ganadores, seguro tenían una fiesta preparada”.
La prensa ecuatoriana también se hizo eco de la situación, con titulares que destacaban la “revancha con baile” y calificaban los festejos anticipados como una falta de seriedad. Este episodio dejó una lección sobre la importancia de la humildad y la concentración en instancias definitivas.