Esta afirmación, replicada por varios medios, revela una estrategia consciente del entrenador para gestionar el ambiente interno del vestuario y mantener a todo el plantel enfocado y motivado. Al resaltar el trabajo en conjunto, el ‘Arriero’ busca evitar que la narrativa del éxito del equipo se centre exclusivamente en un jugador, lo cual podría generar dependencias o afectar la moral de otros futbolistas clave. Aunque reconoció la importancia de su goleador, su enfoque se centró en la solidez del bloque, la seguridad del arquero James Aguirre y la disciplina táctica de todo el grupo. Esta perspectiva no solo demuestra su liderazgo, sino que también refuerza la identidad de un Once Caldas que ha basado su exitosa campaña en la Sudamericana en la fuerza de su colectivo, más allá de los destellos individuales.