Este apretado cronograma deja al 'Blanco Blanco' con un tiempo de recuperación y preparación extremadamente limitado.

Según se informa, el equipo manizaleño regresaría a Colombia en la madrugada del jueves 18, lo que los obligaría a desplazarse inmediatamente por tierra a Cali para poder cumplir con el partido.

Ante esta dificultad logística y física, Once Caldas habría solicitado un aplazamiento.

Sin embargo, la Dimayor propuso mover el partido al sábado 20, una decisión que depende de la aprobación del club local. América de Cali se ha mantenido firme en su postura de no modificar la programación original. Aunque no se ha hecho oficial la razón, se especula que la negativa del equipo 'Escarlata' podría deberse a una experiencia similar que vivieron en el pasado, cuando tuvieron que jugar un partido de liga con solo dos días de descanso tras un compromiso internacional. Esta situación resalta los desafíos que enfrentan los equipos colombianos al competir en múltiples frentes sin la flexibilidad necesaria en el calendario doméstico.