Esta decisión, que afecta directamente al torneo en curso, se tomó tras una inspección técnica que reveló retrasos significativos en las obras del estadio designado. La final estaba programada para disputarse el 22 de noviembre en el estadio “Tahuichi” Ramón Aguilera de Santa Cruz, lo que representaba una gran ilusión para el fútbol boliviano. Sin embargo, un comunicado oficial de la CONMEBOL informó que la decisión de cambiar la sede se basó en “datos desalentadores” sobre el cumplimiento de los plazos y el cronograma de mejoras necesarias para albergar un evento de tal magnitud. La imposibilidad de garantizar que el escenario cumpliera con los estándares requeridos obligó al organismo a buscar una alternativa. Siguiendo el protocolo establecido para las finales únicas, la CONMEBOL designó a la ciudad que albergó la edición anterior como nueva sede.
De esta manera, Asunción, que fue testigo del triunfo de Racing sobre Cruzeiro en 2024, volverá a ser el escenario de la definición del título. La noticia fue un duro golpe para Bolivia, cuyo presidente de la Federación, Fernando Costa, confirmó que ahora buscarán ser sede en 2027. Para los equipos que continúan en competencia, como el colombiano Once Caldas, este cambio representa una nueva variable en el camino hacia la gloria continental, con la final ahora disputándose en una ciudad con gran tradición en el fútbol sudamericano.