Estas declaraciones, recogidas por el periódico boliviano El Deber, encendieron las alarmas y posicionaron a la capital del Atlántico como la anfitriona designada. Sin embargo, la euforia fue matizada posteriormente por el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún, quien aclaró la situación. Jesurún confirmó que Barranquilla es efectivamente candidata y que existen “probabilidades muy altas”, pero subrayó que la decisión final aún debe ser ratificada por el Comité Ejecutivo de la CONMEBOL. La candidatura de Barranquilla se alinea con los planes de remodelación del estadio Metropolitano, anunciados por el alcalde Alejandro Char, que incluyen la ampliación de su capacidad y mejoras en la infraestructura para seguir siendo la casa de la Selección Colombia y poder acoger eventos de talla mundial. Ser sede de una final continental no solo representaría un importante impulso para el turismo y la economía local, sino que también consolidaría a la ciudad como un epicentro del fútbol sudamericano.