La CONMEBOL impuso sanciones sin precedentes tras los graves actos de violencia ocurridos en el partido de octavos de final de la Copa Sudamericana 2025 entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile. El club argentino fue eliminado de la competencia, y ambos equipos recibieron fuertes multas y prohibiciones de público, sentando un precedente en la lucha contra la violencia en el fútbol continental. El encuentro, disputado en el estadio Libertadores de América, fue suspendido debido a una “batalla campal” en las tribunas que incluyó incendios, lanzamiento de objetos y enfrentamientos que dejaron decenas de heridos y más de cien detenidos. La Comisión Disciplinaria de la CONMEBOL actuó con contundencia: Independiente fue eliminado del torneo, multado con 250.000 dólares, y su estadio fue inhabilitado por siete partidos en competencias de la confederación. Adicionalmente, se prohibió la asistencia de su hinchada en los próximos siete juegos de visitante.
En un comunicado, el club argentino lamentó la situación afirmando que “perdió el fútbol, ganaron los violentos”.
Por su parte, Universidad de Chile, que avanzó a cuartos de final por la descalificación de su rival, también recibió un castigo severo: una multa de aproximadamente 270.000 dólares y la obligación de jugar siete partidos como local sin público, además de una prohibición similar para sus hinchas en condición de visitante. Esta decisión reconfigura el cuadro del torneo, aclarando el camino para equipos como el Once Caldas, que podría enfrentarse a la U. de Chile en una hipotética final.
En resumenTras los graves disturbios en el partido Independiente vs. U. de Chile, CONMEBOL eliminó al club argentino de la Sudamericana 2025. Ambos equipos recibieron severas multas y múltiples partidos de sanción sin público, tanto de local como de visitante. La decisión redefine el cuadro del torneo, impactando a los equipos restantes como Once Caldas, y subraya la postura de tolerancia cero de la confederación ante la violencia.