Esta filtración generó un revuelo mediático inmediato en Colombia.

Sin embargo, Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), aclaró posteriormente la situación, afirmando que, si bien la candidatura es una realidad, la decisión final aún no ha sido tomada por el comité ejecutivo de la CONMEBOL. En sus palabras, “lo que es verdad es que Barranquilla es candidata, eso no se ha decidido, es candidata a ser sede de una final de Copa Sudamericana.

Esto está en estudio en Conmebol”.

La postulación de la ciudad caribeña está respaldada por los planes de expansión del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, un proyecto anunciado por el alcalde Alejandro Char. Estas obras no solo buscan adecuar el recinto para los partidos de la Selección Colombia de cara a las Eliminatorias al Mundial de 2030, sino también certificar su capacidad para albergar eventos de la talla de una final continental. La potencial designación es vista como un voto de confianza de la CONMEBOL en la capacidad organizativa de la ciudad y un paso crucial para consolidar a Barranquilla como un epicentro del fútbol sudamericano, con un impacto positivo en el turismo y la economía regional.