La Conmebol calificó los hechos como un episodio sin precedentes en torneos internacionales recientes, atentando contra la esencia del fútbol. Tras evaluar la situación, la Comisión Disciplinaria emitió un fallo categórico: Independiente fue eliminado de la Copa Sudamericana 2025, multado con 250.000 dólares, y su estadio fue inhabilitado por siete partidos en competencias Conmebol. Adicionalmente, su hinchada no podrá asistir a los próximos siete partidos de visitante. Universidad de Chile, aunque avanza a cuartos de final, también recibió severas sanciones, incluyendo una multa de aproximadamente 270.000 dólares y la obligación de jugar siete partidos como local y visitante sin público. La drástica medida reconfigura el torneo, estableciendo que la U. de Chile se enfrentará a Alianza Lima en la siguiente fase. Tras el fallo, Independiente emitió un comunicado con la frase: “Perdió el fútbol, ganaron los violentos”, reflejando la magnitud del impacto de la decisión en el fútbol sudamericano.