Fue una pieza clave en la clasificación de Once Caldas a los cuartos de final, destacándose con un doblete decisivo ante Huracán. Este estado de forma excepcional no ha pasado desapercibido; su convocatoria a la selección nacional es vista como un acto de “meritocracia” que premia el presente por encima de la edad, especialmente en un combinado patrio que ha mostrado falencias en la definición. La noticia de su llamado generó reacciones positivas en todo el ámbito del fútbol sudamericano, incluyendo un reconocimiento por parte de la CONMEBOL, que lo destacó como un “goleador histórico”. Los diversos artículos subrayan que su capacidad para marcar en un torneo de alta exigencia como la Sudamericana demuestra que su “olfato goleador está intacto” y lo convierte en una solución viable para la falta de gol en el equipo nacional. Su experiencia, además, es considerada un valor agregado para un vestuario que necesita jerarquía en la recta final de las eliminatorias.
