Al no avanzar a los cuartos de final, el club dejó de percibir 700.000 dólares en premios, un monto que habría sido vital para las arcas de la institución.

La racha negativa del equipo se extendió a seis partidos consecutivos sin conocer la victoria, sumando sus participaciones en la liga local, la Copa BetPlay y el certamen continental.

Esta seguidilla de malos resultados ha encendido las alarmas entre la afición, que ha expresado su descontento y ha comenzado a exigir cambios inmediatos.

El clásico contra Atlético Nacional en la liga se convirtió en un punto de inflexión, donde un empate no fue suficiente para calmar los ánimos. A pesar del respaldo público del máximo accionista Tulio Gómez, la continuidad de Raimondi pende de un hilo, y cada partido se ha vuelto una final para un equipo que necesita urgentemente reencontrar el rumbo y reconectar con la ilusión de su hinchada.