Según reportes, los incidentes comenzaron cuando hinchas visitantes arrojaron objetos contundentes hacia la parcialidad local. La situación escaló cuando la barra brava de Independiente ingresó a la tribuna visitante, agrediendo a los aficionados chilenos restantes.

Las imágenes mostraron actos de extrema violencia, incluyendo robos y agresiones con objetos contundentes.

La CONMEBOL emitió un comunicado oficial cancelando el encuentro y anunciando que su Unidad Disciplinaria está recopilando datos para aplicar las sanciones correspondientes. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, también se pronunció, condenando enérgicamente la violencia y pidiendo a las autoridades competentes que impongan “sanciones ejemplificadoras contra los autores de estos terribles actos”. La falta de un cordón de seguridad adecuado y la ausencia de intervención policial en las tribunas fueron señaladas como claves en el descontrol de la situación.