Un bochornoso episodio de violencia obligó a cancelar el partido de vuelta de octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile. Los graves enfrentamientos entre las "barrabravas" de ambos clubes dejaron un saldo de heridos y detenidos, y ahora la CONMEBOL evalúa sanciones ejemplares que podrían alterar el desarrollo del torneo. El encuentro, que se disputaba en el Estadio Libertadores de América, fue suspendido al inicio del segundo tiempo con un marcador de 1-1 (global 1-2 a favor de la U. de Chile) después de que hinchas chilenos arrojaran objetos a la tribuna local. La situación escaló cuando la barra de Independiente ingresó al sector visitante, desatando una batalla campal.
Los informes reportaron 19 heridos, tres de ellos en estado grave, y más de 100 detenidos.
Ante la gravedad de los hechos, la CONMEBOL emitió un comunicado oficializando la cancelación del partido y remitiendo el caso a su Unidad Disciplinaria. Se especula con múltiples sanciones, incluyendo la posibilidad de que ambos equipos sean descalificados de la competencia.
Esta medida beneficiaría directamente a Alianza Lima, su potencial rival en cuartos de final, que avanzaría directamente a semifinales.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, condenó los hechos y solicitó a la CONMEBOL “sanciones ejemplificadoras contra los autores de estos terribles actos”.
En resumenLa violencia entre hinchas de Independiente y Universidad de Chile forzó la cancelación de su partido de Sudamericana, manchando la competencia. La CONMEBOL investiga los hechos y podría aplicar sanciones severas, como la descalificación de ambos clubes, lo que impactaría directamente en el cuadro de cuartos de final.