Los registros muestran que las visitas de América a territorio brasileño han sido mayoritariamente desfavorables. Las únicas dos victorias icónicas que ha logrado fueron en la fase de grupos de la Copa Libertadores, nunca en una instancia de eliminación directa. La primera fue en 1984, con un ajustado 1-0 sobre Santos, y la segunda, una de las más recordadas por el fútbol colombiano, fue un contundente 3-1 contra Flamengo en 1993. Desde entonces, el equipo vallecaucano no ha podido celebrar un triunfo en Brasil, lo que dimensiona la dificultad de la tarea que tiene por delante. Para avanzar a cuartos de final, el equipo dirigido por Gabriel Raimondi está prácticamente obligado a ganar.
Un empate no le sirve tras caer 1-2 en el partido de ida en Cali. La necesidad de buscar un resultado positivo en un escenario tan imponente como el Maracaná, y ante un rival de la jerarquía de Fluminense, obliga al América a apelar a sus épocas doradas en torneos internacionales para inspirarse y buscar lo que sería su primera victoria en una fase de eliminación directa en Brasil.