En 1993, Sporting Cristal de Perú protagonizó otra remontada histórica. Tras caer 3-0 ante El Nacional en Quito por los octavos de final, el equipo peruano resurgió en Lima y ganó 4-0 con un gol agónico de Marquinho a dos minutos del final. Tres años más tarde, en 1996, el América de Cali logró una clasificación similar. Perdió 1-0 en la ida contra Gremio en Porto Alegre y en la vuelta, a pesar de empezar perdiendo, logró imponerse 3-1 con un gol decisivo de Jorge 'El Patrón' Bermúdez a siete minutos del final. Otro caso notable fue el de Cerro Porteño en 1999, que tras perder 3-0 en la ida de cuartos de final contra Estudiantes de Mérida, goleó 4-0 en Asunción con un penal convertido a tres minutos del final para asegurar su clasificación. Estas historias demuestran que en la Copa Libertadores, ningún resultado está garantizado hasta el pitazo final.