Ambos equipos mostraron solidez defensiva y pocas concesiones, lo que llevó a un marcador sin goles durante los 90 minutos.
La estrategia del Cali, basada en un bloque defensivo compacto y la confianza en su arquera Luisa Agudelo, rindió frutos al llevar la definición a los penales. En la tanda decisiva, las jugadoras colombianas demostraron una efectividad impecable, convirtiendo sus cinco cobros.
La chilena Mary Valencia falló su lanzamiento, enviando el balón por encima del travesaño. El penal definitivo fue ejecutado con sobriedad por Stefania Perlaza, desatando la euforia del plantel y sellando el marcador de la tanda en 5-4. La delantera Michelle Vásquez resumió el sentir del equipo tras la clasificación: “Si no se sufre no es Cali”. Esta victoria no solo significó el paso a la final, sino también la confirmación de un proyecto deportivo que, a pesar de las dificultades, demostró tener el carácter y el talento para competir en la élite del fútbol sudamericano.










