El fútbol colombiano enfrenta una preocupante realidad en el escenario continental, marcada por eliminaciones tempranas y una notable ausencia en las fases finales de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Este declive contrasta con el éxito creciente de los clubes ecuatorianos, que se han convertido en protagonistas recurrentes de ambos torneos. Desde que la CONMEBOL modificó el formato de la Libertadores en 2017, la participación de los equipos colombianos ha sido decepcionante. En las ediciones de 2017, 2019, 2020 y 2021, ningún club del país superó la fase de grupos. En los años siguientes, las actuaciones más destacadas fueron las llegadas a octavos de final por parte de Atlético Nacional (2018, 2023, 2025), Deportes Tolima (2022), Junior (2024) y Deportivo Pereira (2023), sin que ninguno lograra avanzar a cuartos.
En la Copa Sudamericana, el panorama no es más alentador, con siete años sin alcanzar instancias finales.
En contraste, el fútbol ecuatoriano vive una era dorada.
Independiente del Valle se coronó campeón de la Sudamericana en 2019 y 2022, mientras que Liga de Quito lo hizo en 2023. En la Libertadores, Barcelona de Guayaquil fue semifinalista en 2017 y 2021. La temporada 2025 ha sido la confirmación de esta superioridad: por primera vez en la historia, Ecuador tiene un semifinalista en ambos torneos continentales, con Liga de Quito en la Libertadores e Independiente del Valle en la Sudamericana. Esta brecha en el rendimiento evidencia un "cachetazo" para el fútbol colombiano, que ha perdido su estatus como potencia en la zona norte de Sudamérica.
En resumenLos clubes colombianos han mostrado un rendimiento deficiente en torneos CONMEBOL desde 2017, con eliminaciones tempranas en Libertadores y Sudamericana. En contraste, los equipos ecuatorianos como Independiente del Valle y Liga de Quito han logrado títulos y alcanzado fases finales, consolidando su superioridad en la región.