La hinchada y la prensa argentina no tardaron en señalar a los responsables, y los colombianos estuvieron entre los más cuestionados.
Durante el partido de vuelta, Miguel Borja y Kevin Castaño recibieron silbidos por parte de la afición en el estadio Monumental. Medios como TyC Sports calificaron la actuación de Borja como "desconectado", mientras que sobre Castaño se criticó que "no se entiende cuál es su función dentro del campo", otorgándoles una puntuación de tres sobre diez.
La situación de Juan Fernando Quintero fue diferente. A pesar de ser considerado "el más claro del equipo" y de haber dado una asistencia en el partido de ida, su sustitución al minuto 60 en el encuentro de vuelta, cuando River Plate buscaba la remontada, fue una de las decisiones más criticadas al técnico Marcelo Gallardo. Los hinchas consideraron que sacar al único jugador capaz de generar un "toque diferente" fue un error táctico que sentenció las aspiraciones del club. Este episodio agrava un presente irregular para los colombianos en River, quienes ahora enfrentan el descontento de la afición en un momento de alta presión.