La edición 2025 de los torneos CONMEBOL ha puesto en evidencia un notable cambio de poder en la zona norte de Sudamérica, con los equipos ecuatorianos consolidando un dominio que contrasta fuertemente con el prolongado declive de los clubes colombianos. Por primera vez en la historia, Ecuador logró posicionar un semifinalista tanto en la Copa Libertadores (LDU Quito) como en la Copa Sudamericana (Independiente del Valle), un hito que subraya su crecimiento, mientras Colombia suma otro año de fracasos y ausencias en las instancias decisivas. Desde que la CONMEBOL modificó el formato de la Libertadores en 2017, el rendimiento de los equipos colombianos ha sido consistentemente bajo. En múltiples ediciones (2017, 2019, 2020, 2021), ningún club nacional superó la fase de grupos. En los años restantes, las eliminaciones en octavos de final han sido la norma para equipos como Atlético Nacional, Deportes Tolima, Junior y Deportivo Pereira. Esta situación, descrita por la prensa como un "cachetazo" al fútbol colombiano, se ha agudizado en 2025.
En contraste, los clubes ecuatorianos han sido protagonistas constantes.
Independiente del Valle ha ganado dos títulos de Copa Sudamericana (2019 y 2022) y fue finalista de la Libertadores en 2016, mientras que Barcelona SC alcanzó las semifinales de la Libertadores en 2017 y 2021. La clasificación de LDU Quito a semifinales este año, eliminando a un gigante como São Paulo, no hace más que confirmar esta tendencia.
El éxito ecuatoriano se atribuye a procesos sólidos y una clara apuesta por el talento joven, mientras que en Colombia se debate sobre las causas de una crisis que ya se extiende por casi una década sin llegar a finales continentales.
En resumenEl fútbol ecuatoriano vive un momento histórico con semifinalistas en Libertadores y Sudamericana, lo que resalta su superioridad sobre el fútbol colombiano, que atraviesa una profunda crisis de resultados a nivel de clubes en torneos CONMEBOL desde 2017.