El equipo brasileño, dirigido por Hernán Crespo, está ahora obligado a lograr una actuación contundente en su estadio para revertir la serie y evitar una eliminación prematura del torneo continental. La derrota en la altura de Quito fue un golpe duro para el 'tricolor paulista', que no pudo contrarrestar el planteamiento del equipo ecuatoriano, campeón de la edición de 2008. LDU de Quito supo aprovechar su condición de local y consiguió una ventaja significativa que lo deja en una posición favorable de cara al partido de vuelta.

Para São Paulo, la tarea no será sencilla.

El equipo necesita marcar al menos tres goles para clasificar directamente a las semifinales, o ganar por una diferencia de dos tantos para forzar una definición por penales. Este escenario pone una gran presión sobre el plantel y el cuerpo técnico, que deberán encontrar la fórmula para vulnerar la defensa de un rival que ha demostrado ser sólido en el torneo. La eliminación en esta instancia sería considerada un fracaso para un club con la historia y el plantel de São Paulo, por lo que se espera un partido de alta intensidad en el Morumbí, donde buscarán una hazaña para seguir con vida en la competición.