El árbitro colombiano Andrés Rojas se convirtió en el protagonista negativo del partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Estudiantes, generando una fuerte controversia por sus decisiones. Su actuación fue calificada como "desastrosa" por el club brasileño y duramente criticada por la prensa internacional, lo que ha puesto en tela de juicio el nivel del arbitraje colombiano en competiciones continentales. La principal polémica se centró en la expulsión del jugador de Flamengo, Gonzalo Plata, en el minuto 82 por una segunda tarjeta amarilla que fue considerada incorrecta por la mayoría de los analistas. Esta decisión fue determinante, ya que en la jugada siguiente Estudiantes anotó el gol del descuento, alterando el curso del partido y de la eliminatoria. El técnico de Flamengo, Filipe Luís, expresó su indignación en la rueda de prensa posterior al partido, declarando: "Lo que espero es que este árbitro no vuelva a arbitrar la Libertadores de ahora en adelante". La molestia del club brasileño fue tal que emitieron un comunicado oficial en el que condenaron lo que llamaron un "desfile de errores y decisiones que fueron más allá de los límites del error humano, haciendo evidente una conducta sesgada".
La crítica no solo se dirigió a Rojas, sino a todo el cuerpo arbitral colombiano, incluido el encargado del VAR, Nicolás Gallo, por su omisión en momentos clave.
La prensa de Argentina y Brasil también reaccionó con dureza, calificando el error como "impresentable" y poniendo de relieve las falencias del arbitraje en un partido de alta importancia.
En resumenLa actuación del árbitro Andrés Rojas en el partido Flamengo-Estudiantes fue duramente criticada por múltiples errores, especialmente una controvertida tarjeta roja que influyó directamente en el resultado y generó quejas oficiales y un amplio debate sobre la calidad del arbitraje sudamericano.