La razón principal es un ambicioso proyecto de remodelación del icónico escenario deportivo, que lo dejaría inhabilitado durante gran parte del año. Las obras planeadas para el Metropolitano incluyen la eliminación de la pista atlética y una ampliación de las graderías, lo que lo modernizará pero impedirá su uso para competiciones oficiales. Aunque el club planea utilizar el Estadio Romelio Martínez para sus compromisos de la Liga BetPlay, este recinto no cumple con los requisitos de aforo de la CONMEBOL para la fase de grupos de sus torneos. El Romelio Martínez tiene una capacidad de 8,000 espectadores, mientras que la normativa continental exige un aforo superior a los 10,000.
Ante esta situación, la directiva del Junior ya está evaluando sedes alternativas en ciudades cercanas como Cartagena, Santa Marta, Montería o Valledupar, que sí cuentan con estadios que cumplen con la capacidad requerida. Este escenario no es nuevo en el fútbol colombiano; equipos como Millonarios y Atlético Nacional han tenido que mudarse temporalmente en el pasado por remodelaciones en sus estadios. Sin embargo, el impacto en Junior es significativo, dado que el Metropolitano es también la sede habitual de la Selección Colombia.