Este cambio de enfoque es una necesidad para un club que busca redimirse ante su afición y salvar un semestre que comenzó con una gran decepción internacional.
La eliminación fue descrita por jugadores como Jorman Campuzano como un "golpe muy duro", pero el mismo mediocampista enfatizó la necesidad de reponerse rápidamente: "bueno ya es pasar la página e ir por la liga y la copa".
Esta mentalidad refleja la postura del club, que ahora ve en las competencias domésticas una "revancha obligada".
El equipo, que venía de ser bicampeón de la Copa Colombia en 2023 y 2024, tiene la presión de refrendar su dominio a nivel nacional. La goleada 4-0 sobre Deportes Quindío en la Copa BetPlay, poco después de la caída en Brasil, fue vista como una primera muestra de esta nueva mentalidad y un mensaje de que el equipo está decidido a competir con seriedad por los trofeos que aún tiene en disputa. El fracaso en los dos primeros objetivos de la temporada obliga al conjunto verdolaga a no ceder más terreno y a buscar en la liga y la copa los triunfos que su historia y su hinchada demandan.