En el momento no se me dio la oportunidad de entrar", afirmó Castillo. Además, se autodefinió como un especialista en la materia: "Poder decirle (a Ospina) qué podía pasar o no, es una virtud que yo tengo". Estas palabras pusieron de manifiesto la existencia de un debate interno y externo sobre la estrategia adoptada en un momento tan decisivo. La discusión se centró en si la jerarquía de Ospina pesó más que la especialidad de Castillo, una decisión que, a la luz del resultado, fue ampliamente criticada por un sector de la afición y la prensa.
