La eliminación representa un duro golpe para el equipo colombiano, que ahora deberá concentrarse en los torneos locales para salvar el semestre. La serie de octavos de final se caracterizó por la paridad entre ambos conjuntos, culminando con un marcador global empatado que forzó la definición desde los doce pasos. En el partido de vuelta en Brasil, Nacional logró un empate 1-1, pero sucumbió 4-3 en la tanda de penales, un resultado que desató la frustración de la afición. Tras el encuentro, el volante Jorman Campuzano expresó la necesidad de superar el revés continental: “Recibimos un golpe muy duro como la libertadores pero bueno ya es pasar la página e ir por la liga y la copa”.

Esta eliminación no solo tiene consecuencias deportivas, sino también económicas, ya que el club dejó de percibir 1,7 millones de dólares en premios por no avanzar a los cuartos de final. La caída en el torneo más prestigioso del continente obliga al cuerpo técnico, encabezado por Javier Gandolfi, a reevaluar los objetivos de la temporada, centrando todos sus esfuerzos en la Liga BetPlay y la Copa BetPlay, competiciones que ahora se vuelven prioritarias para una institución con la obligación histórica de conseguir títulos. La presión sobre el plantel y la dirección es máxima para responder con resultados positivos en el ámbito local y calmar el descontento de sus seguidores.