Aunque el fracaso en el torneo continental generó especulaciones sobre su futuro, el club optó por mantener el proyecto y respetar su contrato, que se extiende hasta diciembre de 2025. La decisión de la junta directiva busca dar estabilidad al equipo en un momento de crisis, trasladando el foco hacia las competencias locales. Tras la eliminación, la permanencia de Gandolfi quedó condicionada al rendimiento del equipo en la Liga y la Copa BetPlay. En la rueda de prensa posterior al partido contra América de Cali, el propio entrenador reconoció el impacto anímico de la derrota, afirmando que el equipo llegó "golpeado" al clásico, pero destacó el carácter del grupo para sobreponerse. La ratificación de Gandolfi es un voto de confianza, pero también una clara exigencia: con la Libertadores fuera del camino, la obligación de conseguir títulos en el ámbito local es ahora innegociable para asegurar su continuidad más allá de la presente temporada.
