La salida del torneo continental representa un duro golpe para el equipo antioqueño, que ahora debe reenfocar sus esfuerzos en las competencias locales para salvar el semestre. La eliminación se concretó después de un empate 1-1 en el partido de vuelta disputado en el estadio Morumbí, lo que dejó la serie igualada y forzó la definición desde los doce pasos, donde el equipo brasileño se impuso por 4-3. El encuentro estuvo marcado por momentos de alta tensión, incluyendo la expulsión del experimentado mediocampista Edwin Cardona, una acción que dejó a Nacional en inferioridad numérica en un momento crucial. Tras el fracaso, el volante Jorman Campuzano calificó la eliminación como un "golpe muy duro", pero instó al equipo a "pasar la página e ir por la liga y la copa". Esta derrota no solo tiene implicaciones deportivas, sino también anímicas y financieras, ya que el club dejó de percibir una suma millonaria por no avanzar a la siguiente fase. Con la Libertadores fuera de su alcance, la directiva y el cuerpo técnico han señalado que la Liga y la Copa BetPlay se convierten en una "revancha obligada", transformando la presión en una demanda por resultados inmediatos para calmar el malestar de su afición y justificar el proyecto deportivo del semestre.