La eliminación representa un duro golpe para el club antioqueño y el fútbol colombiano, poniendo fin a sus aspiraciones en el torneo continental más prestigioso.
La serie de 180 minutos entre ambos equipos se caracterizó por una paridad extrema, finalizando con un marcador global de 1-1. En el partido de ida, disputado en el Atanasio Girardot, Nacional no logró sacar ventaja y el encuentro terminó 0-0, en gran parte por la falta de efectividad del cuadro local, que incluyó dos penales fallados por Edwin Cardona y balones estrellados en los palos. Para el partido de vuelta en el estadio Morumbí, la tensión se mantuvo. São Paulo se adelantó temprano con un gol de André Silva al minuto 3, pero Nacional logró igualar la serie al minuto 70 gracias a un gol de penal de Alfredo Morelos. Sin embargo, la alegría del empate se vio opacada por la expulsión de Edwin Cardona inmediatamente después del gol, lo que dejó al equipo con diez hombres. A pesar de la inferioridad numérica, Nacional resistió y forzó la definición desde los doce pasos. En la tanda de penales, São Paulo se impuso 4-3, con fallos de Matheus Uribe y Marino Hinestroza por parte del equipo colombiano, y una destacada actuación del arquero local, Rafael. La eliminación ha sido calificada como un “fracaso sonoro” y agudiza la crisis deportiva del club, que no supera los octavos de final desde su título en 2016.