El equipo colombiano luchó en el mítico estadio Morumbí, pero no fue suficiente para superar al conjunto brasileño, extendiendo su racha sin superar esta instancia desde 2016.
La serie fue extremadamente pareja.
El partido de ida en Medellín terminó 0-0, un resultado que dejó un sabor amargo para Nacional por las oportunidades desperdiciadas, incluyendo dos penales fallados por Edwin Cardona. En el partido de vuelta en Brasil, el panorama se complicó desde el inicio con un gol de André Silva para São Paulo a los tres minutos. Sin embargo, Nacional mostró carácter y logró el empate 1-1 al minuto 70 gracias a un gol de penal de Alfredo Morelos.
La alegría fue efímera, ya que en la misma celebración, Edwin Cardona fue expulsado por una provocación a un rival, dejando al equipo con diez hombres. A pesar de la inferioridad numérica, Nacional resistió y forzó la definición desde los doce pasos. En la tanda de penales, São Paulo fue más efectivo y se impuso 4-3, con el arquero Rafael como figura.
La eliminación no solo representa un golpe deportivo, sino también económico, ya que el club dejó de percibir 1.7 millones de dólares por no clasificar a cuartos.
La prensa brasileña destacó que São Paulo clasificó "con más angustia que fútbol", reconociendo el esfuerzo del equipo colombiano.