La eliminación representa un duro golpe para el club colombiano, que se despide del certamen continental con un significativo impacto deportivo y económico.
La serie se caracterizó por su paridad y la falta de efectividad de ambos equipos.
Tras un empate 0-0 en Medellín, donde Nacional desperdició dos cobros desde el punto penal, el partido de vuelta en Brasil finalizó 1-1. São Paulo se adelantó temprano con un gol de André Silva al minuto 3, pero Alfredo Morelos igualó para el 'verdolaga' al minuto 70, también de penal.
Sin embargo, la alegría del empate fue efímera, ya que inmediatamente después Edwin Cardona fue expulsado, dejando a su equipo con diez hombres.
A pesar de la inferioridad numérica, Nacional resistió y forzó la definición desde los doce pasos. En la tanda, los fallos de Matheus Uribe y Marino Hinestroza, sumados a la actuación del arquero rival Rafael, sentenciaron la suerte del equipo colombiano.
La eliminación no solo trunca las aspiraciones deportivas, sino que también implica una pérdida económica considerable.
El club dejó de percibir 1.7 millones de dólares, premio otorgado por la Conmebol por avanzar a los cuartos de final. Aunque Nacional acumuló un total de 5.24 millones de dólares por su participación, la no clasificación a la siguiente ronda deja un sinsabor en las finanzas y en la planificación del club, que ahora deberá enfocarse exclusivamente en los torneos locales.