Moreno, quien regresó al club que lo vio nacer como campeón continental en 2016, fue el jugador más desequilibrante del conjunto verdolaga durante los 74 minutos que estuvo en cancha.
Mostró velocidad, atrevimiento y generó peligro constante por el costado izquierdo, convirtiéndose en una pesadilla para la defensa brasileña.
Su influencia en el ataque fue notoria, liderando las estadísticas de remates del equipo. Una de sus jugadas más recordadas del partido fue una espectacular chilena que se estrelló contra el palo, ahogando el grito de gol de los miles de aficionados presentes en el Atanasio Girardot. Además de su aporte ofensivo, Moreno cumplió con labores defensivas, registrando seis recuperaciones de balón, la cifra más alta del equipo. Su rendimiento fue tan notable que la CONMEBOL lo eligió como la figura del partido. Sin embargo, su esfuerzo no fue suficiente para que Nacional se llevara la victoria.
El técnico Javier Gandolfi explicó su sustitución argumentando un desgaste físico: "Me hubiera gustado tenerlo todo el tiempo, pero se quedó sin combustible, por eso el cambio". El reconocimiento de la CONMEBOL reafirma el buen momento de Moreno y lo posiciona como una pieza clave para el partido de vuelta en Brasil, donde Nacional necesitará de su mejor versión para buscar la clasificación a cuartos de final.