Los incidentes ocurrieron al finalizar el encuentro, que terminó empatado 0-0.
En la tribuna norte, donde se ubicaron seguidores del equipo brasileño, se desataron enfrentamientos físicos que incluyeron golpes, empujones y el lanzamiento de objetos. Videos difundidos en redes sociales registraron la magnitud de la gresca, que requirió la intervención de la policía antidisturbios para controlar la situación y separar a los involucrados. Como resultado del operativo, las autoridades confirmaron la detención de varios aficionados de ambos equipos. La situación se agrava por denuncias de presuntas manifestaciones racistas por parte de un hincha de Nacional hacia los seguidores de São Paulo, un hecho que también está siendo investigado por la CONMEBOL.
El diario brasileño Globo Esporte informó que el organismo rector del fútbol sudamericano "ya investiga el caso para determinar si se iniciarán procedimientos disciplinarios". El reglamento disciplinario de la CONMEBOL es estricto con este tipo de comportamientos, y el club local es responsable de la seguridad y el orden en el estadio. Las posibles sanciones para Atlético Nacional podrían incluir una fuerte multa económica, que según el artículo correspondiente es de al menos 3.000 dólares, y castigos disciplinarios como el cierre parcial o total de sus tribunas para futuros compromisos internacionales. La tensión generada en Medellín ha encendido las alarmas de cara al partido de vuelta en el Morumbí, donde se espera la presencia de un numeroso grupo de hinchas colombianos.