Estos lugares son descritos como el escenario donde "Colombia nunca deja de cocinarse" y donde conviven las historias de campesinos, pescadores y cocineras que mantienen vivas las recetas heredadas.
En Bogotá, la plaza de Paloquemao es reconocida por sus desayunos típicos con caldo de costilla, mientras que Corabastos ha lanzado una nueva "ruta gastronómica" que permite a los visitantes probar hasta siete platos típicos en un solo recorrido. En otras regiones, el fenómeno se repite: la plaza de Bazurto en Cartagena es famosa por su pescado frito con arroz con coco, y La Alameda en Cali por sus aborrajados y empanadas. Un caso notable es el del recién remodelado ‘Planchón’ de la Plaza de La 14 en Ibagué. Gracias a una intervención de la Alcaldía, que incluyó el cambio de cubierta, mejoras en la iluminación y nuevos pisos, el espacio ahora ofrece instalaciones modernas para disfrutar de delicias como tamales y lechona.
José Moncada, un adjudicatario desde 1987, expresó su agradecimiento por las obras, que han revitalizado el lugar.
Estas iniciativas demuestran una revalorización de las plazas como destinos turísticos y culturales, fundamentales para la preservación de la identidad gastronómica colombiana.







