El ajiaco santafereño, uno de los platos más emblemáticos de Bogotá, es celebrado a través de un festival y un concurso que buscan preservar su tradición y encontrar la mejor receta de la ciudad. Este evento resalta el profundo vínculo cultural y emocional que los bogotanos tienen con esta sopa, considerándola un símbolo de hogar y encuentro familiar. El Festival del Ajiaco 2025 se presenta como una iniciativa para institucionalizar la importancia de este plato, promoviendo la participación de restaurantes y cocineros aficionados a través de un concurso. Esta celebración pública refleja una realidad más íntima y personal que se explora en otros artículos: la conexión del ajiaco con la memoria afectiva. Un texto de carácter personal lo describe como “el plato del domingo”, evocando una nostalgia ligada a la infancia y a las reuniones en casa de la abuela. La autora afirma: “Mi conexión con el ajiaco es tan profunda, que cada vez que huelo guascas, pienso en la madera de la mesa del comedor de mi abuela”.
Esta frase encapsula cómo un plato puede trascender su valor nutritivo para convertirse en un ancla de recuerdos y emociones.
El ajiaco no es simplemente una sopa de papas, pollo y guascas; es el sabor de la seguridad, la familia y la pertenencia.
Por lo tanto, el festival no solo busca premiar una receta, sino también celebrar y proteger este patrimonio cultural intangible.
Al hacerlo, se asegura de que las historias, los sabores y los rituales asociados con el ajiaco se transmitan a las nuevas generaciones, manteniendo viva una de las tradiciones más queridas de la capital.
En resumenEl ajiaco santafereño es más que una sopa; es un pilar de la identidad bogotana, cargado de significado cultural y afectivo. El Festival del Ajiaco 2025 formaliza esta importancia, mientras que las narrativas personales confirman su rol como catalizador de recuerdos y unión familiar, consolidando su estatus como el plato que define el sabor del hogar en la capital colombiana.