Este enfoque de “gastronomía funcional” es una tendencia en crecimiento a nivel mundial, pero su aplicación en el campo de la repostería a nivel académico en Colombia es particularmente novedosa. El proyecto “Dulce antojo” no solo tiene implicaciones para la salud pública, al ofrecer alternativas más saludables a la población, sino que también abre nuevas vías para la innovación en la industria alimentaria.

Podría inspirar el desarrollo de una nueva categoría de productos comerciales y fomentar una mayor conciencia entre los consumidores sobre cómo sus elecciones alimentarias, incluso en el postre, pueden impactar su salud a largo plazo. La iniciativa subraya el rol de las universidades como centros de investigación y desarrollo que pueden generar soluciones prácticas a problemas sociales relevantes.