El concepto central es que cada grupo prepare su propia creación, desde recetas tradicionales hasta opciones gourmet, en un ambiente descrito como ideal “para reír, ensuciarse las manos y disfrutar en la mejor compañía”. La elección de la ubicación es estratégica, ya que el Parque de la 93 es un reconocido punto de encuentro en la ciudad, con un ambiente cosmopolita y terrazas al aire libre que complementan la experiencia. Esta iniciativa refleja una tendencia creciente en el sector hotelero y de restaurantes de ofrecer actividades participativas que van más allá del simple acto de consumir, buscando generar recuerdos y una conexión más profunda entre los clientes y la marca.