Por un lado, la alegría de reencontrarse con la historia es innegable, pero por otro, persiste la incertidumbre sobre si J.C. Staff, el estudio a cargo, logrará estar a la altura del dinamismo visual que caracterizó a la primera temporada producida por Madhouse. Las críticas a la segunda temporada se centraron en una animación que algunos consideraron rígida y poco fluida.

Ahora, los seguidores esperan que el estudio haya aprendido de los comentarios y pueda plasmar con éxito las espectaculares batallas del manga de ONE y Yusuke Murata, especialmente el enfrentamiento entre Saitama y Garou, que promete ser un choque no solo físico sino también filosófico.