Sin embargo, las primeras críticas sugieren un agotamiento de la fórmula que consolidó a la saga como un referente del terror contemporáneo. Un análisis de Rolling Stone la describe como un “ritual cansino” que “abusa del efectismo sonoro, se demora en arrancar, carece de tensión genuina y confirma que el universo de The Conjuring se convirtió en un negocio más que en un relato de terror con alma”. Esta percepción indica que, con cada nueva película, la saga se ha vuelto menos interesada en el horror atmosférico y más dependiente de “sustos mecánicos”.

A pesar de las críticas mixtas hacia esta última entrega, el universo cinematográfico no concluirá del todo.

Warner Bros.

Pictures ya ha confirmado que la próxima producción será una secuela de ‘La maldición de La Llorona’, lo que demuestra la intención del estudio de seguir explotando el popular ‘Conjuroverso’, aunque la historia principal de los Warren haya llegado a su fin. Esta estrategia busca mantener vivo el interés del público a través de historias derivadas, aunque el núcleo narrativo original se dé por cerrado.