Sin embargo, varios análisis señalan que su guion es “complicado como incoherente” y carece de profundidad emocional. Una de las críticas la describe como “cine corporativo de alto nivel: todo se ve increíble, nada se siente urgente”, argumentando que, aunque pretende reflexionar sobre los peligros de la IA, su discurso resulta contradictorio y superficial. A pesar de los guiños a las entregas anteriores, incluido un breve regreso de Jeff Bridges, la película es percibida más como una “extensión del parque temático” que como una evolución narrativa sustancial para una saga que alguna vez fue visionaria.