La película, dirigida por Michael Chaves, ha generado gran interés en la taquilla, aunque ha recibido críticas mixtas por su enfoque narrativo. La trama se sitúa en 1986 y se basa en el caso real de la familia Smurl en Pennsylvania, quienes aseguraban que su hogar estaba habitado por una entidad demoníaca. La película muestra a los Warren (interpretados nuevamente por Patrick Wilson y Vera Farmiga) en una etapa de semi-retiro, enfrentando un nuevo caso centrado en un espejo maldito que sirve como portal. Una de las críticas señala que, si bien la química entre los protagonistas sigue siendo el punto fuerte de la franquicia, la película es “profundamente inofensiva” y predecible, dependiendo en exceso de las convenciones del género y de la saga misma. El guion tarda en desarrollar el conflicto principal, dedicando una parte considerable de su metraje a dinámicas familiares antes de que el terror se manifieste.

Además, la cinta introduce a la hija de los Warren, Judy, ya como una joven adulta con habilidades psíquicas, lo que sugiere la posibilidad de futuros spin-offs. Curiosamente, el estreno ha estado acompañado de reportes de espectadores que afirman haber experimentado fenómenos extraños después de ver la película, como mareos y la percepción de sombras, lo que ha añadido una capa de misterio y publicidad viral al lanzamiento.