Su deceso ocurrió mientras dormía en su residencia en Sundance, Utah, rodeado de sus seres queridos, según confirmó su publicista, Cindi Berger.

Nacido en Santa Mónica, California, Redford se consolidó como una de las figuras más influyentes de Hollywood durante más de seis décadas.

Su carrera actoral estuvo marcada por papeles memorables en clásicos como ‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’ (1969), ‘El golpe’ (1973), ‘Todos los hombres del presidente’ (1976) y ‘Out of Africa’ (1985), que lo convirtieron en un referente de carisma y talento.

Sin embargo, su impacto trascendió la actuación. En 1980, ganó el Premio Óscar a Mejor Director por su ópera prima, ‘Ordinary People’, y en 2002 recibió un Óscar honorífico por su invaluable contribución a la industria.

Quizás su legado más perdurable sea la creación del Sundance Institute y el posterior Festival de Cine de Sundance, que fundó en 1981 para dar voz a cineastas independientes y proyectos fuera del circuito comercial tradicional, transformando el panorama del cine mundial. Además de su faceta artística, Redford fue un firme defensor del medio ambiente, utilizando su influencia para promover la conciencia ecológica y la protección de paisajes naturales. Su fortuna al momento de su muerte se estima en unos 200 millones de dólares, reflejo de una carrera diversificada que abarcó la actuación, dirección, producción y sus emprendimientos culturales.