Su caso no solo generó una ola de solidaridad nacional, sino que también impulsó un proceso judicial contra su agresor.
El 3 de noviembre, un video que mostraba a Fernando Alonso Oviedo golpeando al animal con un látigo y pateándolo se viralizó, causando indignación generalizada. La agresión, según la Fiscalía, se desató porque el perro se comió un pedazo de carne. Tras el hecho, el propio agresor entregó al perro en la Estación de Policía de Yarumal (Antioquia), llamándolo “Sicario”. Sin embargo, el equipo veterinario de la Universidad Remington en Medellín, que asumió su recuperación, lo rebautizó como “Bizcocho”. El caso generó decenas de solicitudes de adopción, incluyendo la del comandante de la Policía Antioquia. Finalmente, el gobernador Andrés Julián Rendón confirmó que el perro sería entregado al Departamento de Policía Antioquia para su cuidado y le otorgó el título simbólico de “Coronel Bizcocho”. Mientras tanto, la justicia avanzó y el 12 de noviembre, una fiscal del Grupo Especializado en la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) imputó a Oviedo por lesiones agravadas a un animal, cargos que el acusado aceptó.
La entrega oficial se realizará una vez que ‘Bizcocho’ complete su recuperación médica.








