En un primer momento, logró disuadir la agresión, buscando proteger a sus vecinos.
Sin embargo, los criminales respondieron con una crueldad extrema.
Durante el forcejeo, lo derribaron y lo atacaron repetidamente con armas blancas, causándole heridas mortales.
A pesar de que un vecino alertó a un guardia de seguridad para activar la alarma comunitaria, la rapidez y brutalidad del ataque fueron determinantes. Los delincuentes huyeron de la escena, dejando al adulto mayor gravemente herido. La comunidad intentó auxiliarlo mientras llegaba la Policía.
Fue trasladado en un vehículo de las autoridades al Hospital de San Blas, pero debido a la gravedad de las heridas, llegó sin signos vitales. La rápida acción policial posterior permitió la captura de tres presuntos responsables del crimen, quienes ahora enfrentan un proceso judicial. Este suceso pone de relieve tanto la valentía de un ciudadano dispuesto a arriesgar su vida por otros como la alarmante situación de inseguridad que afecta a la capital.








